jueves, 18 de enero de 2018

Presentación del 

"Manifiesto por una Escuela/Escolarización Inclusiva"


Hoy jueves 18 de enero la Plataforma en Defensa de la Escuela Pública de Huesca ha presentado a la prensa el "Manifiesto por una Escuela /Escolarización Inclusiva". Ha sido redactado y consensuado por todos los colectivos presentes en nuestra Plataforma de Huesca. Surge de la reflexión de todo lo visto y planteado en la Jornada sobre escolarización inclusiva desarrollada en Huesca el pasado mes de Octubre. En las próximas semanas se va a difundir el Manifiesto al objeto de favorecer en nuestro entorno la reflexión sobre lo planteado en el mismo y recoger firmas de adhesión al Manifiesto.

A continuación puedes leer al completo el texto:
MANIFIESTO ESCUELA-ESCOLARIZACIÓN PÚBLICA INCLUSIVA
El sistema educativo español reconoce el derecho a la educación de todas las personas, con independencia de sus condiciones, capacidades y necesidades. La “educación inclusiva” está en la base de la normativa de aplicación -entre otros, arts. 84 y 87 Ley Orgánica de Educación- que desarrolla el mandato constitucional de que la educación es un bien de todas y todos.
Sin embargo, en su práctica cotidiana, nuestro sistema educativo segrega y excluye, también en Huesca, al alumnado socialmente desfavorecido o con más dificultades de aprendizaje. Esto es posible porque los poderes públicos supeditan la planificación educativa a una amplia demanda insolidaria fomentada desde intereses mercantiles y de control social.
Esa sobrevaloración de la demanda se manifiesta de múltiples formas: falta de desarrollo de una red pública universal, centros guetto, segregación de aulas y de centros, composición que no responde a la sociología del entorno, especialización de centros, imágenes poderosas de centros desprestigiados… Y lo hace desde la propia escolarización, al instaurar un modelo que sitúa como prioritaria la libre elección de centro por las familias, anteponiéndose incluso a la propia planificación educativa en el uso racional de los recursos y a los derechos de los menores.
Así se convierte en la libre “selección” de centro, financiada con recursos públicos que se detraen de su esencial finalidad, la de compensar las desventajas de origen.
Los procesos de segregación escolar están a menudo relacionados con dinámicas de segregación económico-social, pero la segregación escolar es más elevada que la segregación social. ¿Cómo se explica que exista la segregación y que en una sociedad que se pretende avanzada no haya un clamor ciudadano contra la misma?
En primer lugar, desde una perspectiva general, con el triunfo de las políticas neoliberales y las ideologías individualistas, la creación de una sociedad insolidaria donde prima el ”sálvese quien pueda”, la ideología “meritocrática” y el abandono de lo común ante la exaltación de los derechos individuales, de manera que se impulsa la competencia hasta entre los propios centros públicos.
En segundo lugar, descendiendo a lo concreto, existen mecanismos normalizados de segregación académica (crítica a la comprensividad, establecimiento de itinerarios, promoción de centros especializados, uso de rankings escolares, la excelencia, las reválidas…), segregación por sexo y status económico (educación diferenciada), segregación étnica (concentración de la población escolar inmigrante y pobre en la escuela pública), segregación social (consolidación de la red concertada como un derecho de las clases medias a la diferencia social), segregación religiosa (separamos a los niños en espacios de religión dentro del mismo centro, en un claro mensaje justificador de lo que nos separa sobre lo común, los valores que nos unen).
El resultado, inaceptable en una sociedad democrática, es la existencia, también en Huesca, de tres redes sostenidas con fondos públicos: Pública, Concertada, y Publica asistencial; siendo el principal objetivo de esta última el mantener -con la indudable buena fe y entrega de muchos profesionales comprometidos, y a su pesar- la invisibilidad sobre la brecha segregadora y el espejismo de una escuela democrática y transformadora, que en realidad no existe y a la que en realidad no se aspira.

No estamos de acuerdo.
Optamos por una política educativa cuyo fin primordial sea educar para la ciudadanía, educar a pensar y a convivir, procurando la igualdad educativa y la equidad; principios a los que deben subordinarse cualesquiera intereses particulares y que al final benefician a todos. Las familias pueden expresar y formulas sus preferencias, pero la Administración debe decidir pensando en el interés de todos y solo una escuela pública inclusiva puede garantizar ese interés común de todas las personas. Sólo así conseguiremos un equilibrio entre centros, que es garantía de cohesión social.
El primer paso es colocar en la agenda política el tema de la segregación como el mayor fracaso de nuestro sistema educativo, e impulsar la planificación subordinando la libertad de elección al equilibrio entre centros y la distribución equitativa en aras de lograr el máximo desarrollo de todo el alumnado. En este sentido la aplicación de las sentencias del Tribunal Superior de Justicia de Aragón recordando la necesidad de cumplir los arts. 84 y 87 LOE constituyen un buen punto de partida.
El segundo paso – al tiempo que la planificación pública consiga una equilibrada escolarización- es trabajar la diversidad y actuar contra la segregación en los propios centros, dos objetivos que se han de complementar pero que exigen caminos paralelos. Resulta primordial abordar la escolarización de forma global, contemplando todos los elementos en liza (zonas heterogéneas, detección temprana, ratios, reserva de plazas, oferta-demanda, adscripción primaria a secundaria,…), identificando las necesidades según nivel socioeconómico, etnicidad, migraciones, necesidades específicas de apoyo educativo…pero tan importante como ello es el nombrar todas las diversidades, incluyendo a todas y todos. En ese sentido habrá que generar ambiente de aula seguro, creativo y critico; resolver colectivamente los problemas; aprender a ser y a convivir; el aula como espacio de aprendizaje y de convivencia; trabajos de investigación y en equipo.
En concreto, en la ciudad de Huesca, la propuesta que compartimos de modificación de los procesos de escolarización se basa en la detección o previsión de las necesidades de apoyo educativo, previa a la entrada al sistema, junto con el ajuste de la oferta de plazas a la demanda prevista por nacimientos. A lo que hay que unir, además de lo ya expuesto, medidas correctoras en la línea de asegurar el equilibrio, zonificación individualizada, control de la documentación acreditativa, creación de una oficina de escolarización, y continuidad en secundaria con modificación de la normativa de adscripción de centros de manera que no se prime la segregación.
Respecto a la educación inclusiva, para la que la escolarización en igualdad es un elemento decisivo pero no suficiente, debemos reconceptualizar la palabra “inclusividad”, y que se extienda a “sistema inclusivo”: un sistema público que intente garantizar el acceso a la belleza, la bondad y el conocimiento para todas las personas.
La verdadera inclusión educativa requiere la formación y la toma de conciencia que permitan la superación de la resistencia al cambio de la comunidad educativa. Superemos una visión clínica de las necesidades, que disecciona y separa, y contemplemos el contexto escolar como un espacio de interacción y de construcción colectiva -familias, alumnado, profesorado- del conocimiento.”



PLATAFORMA EN DEFENSA DE LA ESCUELA PÚBLICA HUESCA